Desde Aquí -> Valencia, Venezuela

Como veo las cosas que ocurren en mi país.

sábado

Las colas

“La cola” en Venezuela tiene al menos 5 acepciones distintas:
  • Cola = fila de personas, carros o cosas.
  • Cola = Glúteos
  • Cola = Bebida o Refresco
  • Cola = Pegamento
  • Cola = Aventón
Quien sabe cuantas más, pero en fin, es la parte posterior de cualquier cosa. Pero de lo que si estoy sumamente seguro, es que los venezolanos no sabemos, ni queremos aprender a hacer las colas. Es increíble, pareciera que poseemos una imposibilidad genética de permanecer unos detrás de otros, a la espera de nuestro turno. Ante ellas tomamos diversas formas de evadirlas. Nunca, pero lo que se llama nunca, nos colocamos uno detrás del otro, siempre tratamos de colocarnos a la mayor distancia posible del que nos antecede. Esto por supuesto desconcierta a todo aquel que se vaya incorporando a la misma; entonces cada ves que alguien llega, debe ir preguntando ¿Dónde termina la cola?, Hace algún tiempo estaba haciendo una cola para pagar el servicio de Agua, y cuando ya me tocaba mi turno, llega un señor que yo no había visto en el tiempo que estuve en la cola (aprox. 1 hora) intentando entrar antes que yo. Cuando le reclamé, me respondió, apoyado por el vigilante, que el había llegado antes de que abrieran la oficina, pero como el no podía esperar tanto, había ido a comprar el periódico y a desayunar. Me tocó explicarles tanto al vigilante como al señor, que en realidad eso me importaba bien poco y que si quería se incorporara después de mi, si los demás lo permitían. ¿Que será lo que nos convence todos los días, de que somos los mas “vivos” y que todos los que nos rodean son tontos? ¿Por qué nos empeñamos en irrespetar a todos los que nos rodean y nos molesta tanto que nos irrespeten un ápice siquiera? El caso de los vehículos merece una consideración aparte. Haga usted el intento de permanecer en cualquier sitio que amerite la espera de un turno, detrás del vehículo que lo antecede, dejando a sus lados el espacio para que pase otro vehículo. Verá que a excepción si acaso del que tiene detrás, los que se van incorporando lo harán por ese espacio que usted dejó, así luego no puedan pasar ni ellos ni usted. El hecho es que todos estamos convencidos que debemos ser los primeros. Cuando nos incorporamos a una avenida o autopista, vemos que si el carril de entrada es uno sólo, hay al menos dos o tres colas para hacerlo, porque todos queremos entrar primero. A esto debemos sumar los que quedan en los primeros puestos y para esperar su turno deciden hablar por el celular, acariciar al acompañante o simplemente a soñar despierto y cuando cambia la luz hay que esperar que salga de su letargo para pasar. Es simple, debemos obligatoria e ineludiblemente aprender a pensar en el prójimo.