Desde Aquí -> Valencia, Venezuela

Como veo las cosas que ocurren en mi país.

sábado

Sancocho ´e Tuercas

Desde que tengo “uso de razón” lo cual ocurrió hace bastante tiempo, he estado oyendo “hay que apretarse el cinturón”. Hay quien dice que ya está partido en dos, de tanto apretarlo. Y es que para el venezolano común y corriente, las cosas han ido “de mal en peor”. Cuando estaba en Primer grado, me daban un bolívar (Bs. 1,00). Con esa fortuna compraba: Un Sándwich, un refresco, y me quedaba medio (Bs. 0,25) para comprar chicha en la entrada del colegio. En la actualidad la cuenta sería mas o menos así:

1 Sándwich = 2.500 Bs. 1 Refresco = 1.500 Bs. 1 Chicha = 1.500 Bs.

Total = 5.500 Bs.

Un pasaje de Autobús costaba 0,25 Bs. Hoy cuesta 500 Bs.

Cortarse el pelo costaba 3 Bolívares

Hacer el mercado para 6 Personas era cosa de cien bolívares.

Hasta hace cuatro o cinco años había gente en Valencia pagando 100 Bs. mensuales por una casa propia. Casas que se vendieron hace treinta años.

En definitiva, lo que se compraba hace 40 años con un bolívar, requiere hoy de casi 6.000 veces más para poder comprarlo.

Medio siglo de malas decisiones al momento de elegir, (Sin contar la última embarrada y chapoteada), nos colocaron al nivel de naciones que no poseen ni un décimo de nuestros recursos. Vivimos al nivel de países desbastados por guerras que afortunadamente no hemos tenido.

Muchísima gente me ha respondido, al tocar el tema de la política, “Yo si no trabajo no como”. Y esa es la realidad de la inmensa mayoría de nosotros, pero a pesar de lo inútil que resulta pensar en el “Si hubiese”, que hubiese sido de nosotros si hubiésemos elegido otros directores de nuestro destino nacional.

Piense, que aún cuando tuvimos excelentes alternativas, muchos fallecieron y jamás llegaron a ocupar posiciones notables en las elecciones donde participaron. Ahora solo queda el lamento.

El tema político, es un tema ingrato en Venezuela. Unos se sienten burlados, los menos sienten que deben aprovechar lo que puedan aprovechar mientras dure. El hecho es que la política nos dividió lamentable e irremediablemente.

En todo el mundo la situación se ha ido poniendo cada vez más difícil, pero es que en Venezuela, cosas que hasta ayer fueron de uso cotidiano, hoy se convirtieron en cuestión de sueños. Es decir mas duras que sancocho de tuercas.