Desde Aquí -> Valencia, Venezuela

Como veo las cosas que ocurren en mi país.

viernes

Sexo, Dinero y Poder

Sexo, Dinero y Poder

¿Que representan en nuestra cultura el sexo, el dinero y el poder?. Dioses, sin duda alguna. Cada cultura ha tenido sus dioses, a los cuales han idolatrado y brindado sus sacrificios. Cada una de dichas culturas ha seleccionado a sus dioses en función de lo importante que ha sido algún fenómeno o cosa para la existencia de cada civilización. El Sol, El Fuego, La Guerra, El viento, El Agua, El Maíz, La luna, etc.

La cultura occidental en la actualidad ha elegido como sus dioses al sexo, al dinero y al poder.

Le rendimos todo el tributo posible a esos dioses, aún más que el que nos señala nuestra religión. No me voy a dedicar a analizar si esto es pecado, si es bueno o malo; solo señalo algo que es extremadamente evidente. La cantidad de energía que aplicamos a la consecución de alguno de ellos es con mucho, mayor que la que gastamos en cualquier otro aspecto de nuestra vida.

Uno de los fenómenos que caracteriza a nuestra era, es la comunicación. Los más notables son la televisión e Internet, pero los distintos medios audiovisuales, la prensa, la radio, etc. conforman un omnipresente director de nuestros pensamientos.

Ellos han marcado todo lo que nos rodea; el arte, la alimentación, la diversión.

Y para ti, ¿Son dioses?

sábado

Sancocho ´e Tuercas

Desde que tengo “uso de razón” lo cual ocurrió hace bastante tiempo, he estado oyendo “hay que apretarse el cinturón”. Hay quien dice que ya está partido en dos, de tanto apretarlo. Y es que para el venezolano común y corriente, las cosas han ido “de mal en peor”. Cuando estaba en Primer grado, me daban un bolívar (Bs. 1,00). Con esa fortuna compraba: Un Sándwich, un refresco, y me quedaba medio (Bs. 0,25) para comprar chicha en la entrada del colegio. En la actualidad la cuenta sería mas o menos así:

1 Sándwich = 2.500 Bs. 1 Refresco = 1.500 Bs. 1 Chicha = 1.500 Bs.

Total = 5.500 Bs.

Un pasaje de Autobús costaba 0,25 Bs. Hoy cuesta 500 Bs.

Cortarse el pelo costaba 3 Bolívares

Hacer el mercado para 6 Personas era cosa de cien bolívares.

Hasta hace cuatro o cinco años había gente en Valencia pagando 100 Bs. mensuales por una casa propia. Casas que se vendieron hace treinta años.

En definitiva, lo que se compraba hace 40 años con un bolívar, requiere hoy de casi 6.000 veces más para poder comprarlo.

Medio siglo de malas decisiones al momento de elegir, (Sin contar la última embarrada y chapoteada), nos colocaron al nivel de naciones que no poseen ni un décimo de nuestros recursos. Vivimos al nivel de países desbastados por guerras que afortunadamente no hemos tenido.

Muchísima gente me ha respondido, al tocar el tema de la política, “Yo si no trabajo no como”. Y esa es la realidad de la inmensa mayoría de nosotros, pero a pesar de lo inútil que resulta pensar en el “Si hubiese”, que hubiese sido de nosotros si hubiésemos elegido otros directores de nuestro destino nacional.

Piense, que aún cuando tuvimos excelentes alternativas, muchos fallecieron y jamás llegaron a ocupar posiciones notables en las elecciones donde participaron. Ahora solo queda el lamento.

El tema político, es un tema ingrato en Venezuela. Unos se sienten burlados, los menos sienten que deben aprovechar lo que puedan aprovechar mientras dure. El hecho es que la política nos dividió lamentable e irremediablemente.

En todo el mundo la situación se ha ido poniendo cada vez más difícil, pero es que en Venezuela, cosas que hasta ayer fueron de uso cotidiano, hoy se convirtieron en cuestión de sueños. Es decir mas duras que sancocho de tuercas.

jueves

Lo que somos

Estuve blogeando por allí y encontré a alguien muy molesto por la forma en que somos los de aquí.

A mi parecer y entender, el nacionalismo no es más que una herramienta para naricear a las masas hacia donde nuestros mediocres políticos les place en un momento dado. Por lo tanto, no creo que sea anti-nacionalista reconocer nuestra chorrera de errores.

En dicho blog y en varios de los comentarios que le suceden, se muestran algunas de las infinitas muestras de corrupción medular de la que padecemos los venezolanos. (El robo de una caja de Clips, una resma de papel, o el lápiz de algún despreocupado compañero). Pero, ¿POR QUÉ SOMOS ASI?

Desde muy pequeño rechacé de manera intuitiva todo tipo de corrupción, eso me trajo miles de situaciones que hoy son meras anécdotas. Pero también me hizo analizar a diario y continuamente el por qué de este comportamiento. Son cosas grandes y pequeñas las que nos hacen así. Son paradójicas como bien lo describe mi estimado blogero (“Venezuela es el único país del mundo donde todos somos tan pilas, tan pilas, tan pilas que nos jodemos nosotros mismos”). Por ejemplo: El machismo, uno de nuestros defectos más resaltantes, es inculcado, alimentado y desarrollado por las mujeres, que luego son las más directamente afectadas por esa conducta.

No soy psicólogo, ni nada por el estilo, pero mi cerebro intuye que una de las grandes raíces de esta corrupción que nos carcome hasta la médula, es el sentirnos orgullosos de valores equivocados.

Nos repiten hasta la saciedad que somos vivos, pilas, la viveza criolla, etc. Nos educan a través de grandes antagonismos. Te dicen que robar es malo, pero oyes a cada segundo “A mi que me pongan donde hay”. Te dicen que debes ser honesto, íntegro y realmente muy pocos saben lo que es la integridad. He visto maestros decirles a sus alumnos que los castigan si los descubren copiándose en un examen, no si se copian, porque copiarse es ser vivos o pilas. Luego en otro momento, tal ves les digan que deben ser honestos.

La única forma de cambiar el mundo, es cambiarnos nosotros mismos. No existe otra forma.

Es fácil exigirle honestidad a quienes nos rodean, pero en realidad ¿somos capaces de ser honestos nosotros?, ¿Somos capaces de respetar el puesto en la fila?, ¿Somos capaces de devolver algo que nos dan equivocadamente?, ¿Tratamos siquiera de tramitar nuestras diligencias sin el uso de “Palancas”, aún cuando estén disponibles?

Como diría un amigo “ta forza’o”.

Tenemos miles de cualidades que en realidad nos harían sentir orgullosos de ser venezolanos, si tan solo las cultiváramos como cultivamos nuestra viveza. Nunca es tarde para comenzar, pero debemos comenzar en la dirección correcta.