Desde Aquí -> Valencia, Venezuela

Como veo las cosas que ocurren en mi país.

miércoles

Corridas Taurinas

Yo como cualquier valenciano sé que en mi adorada ciudad está una de las plazas taurinas más grandes del mundo. Sin embargo, en lo personal es un hecho que muy poco orgullo me aporta. Al menos mientras se le dé el uso para el que fue concebida.

Yo he asistido a numerosas corridas taurinas en mi vida, pues mi padre era aficionado taurino, de esas visitas puedo afirmar que la fiesta que rodea a los eventos taurinos son la única parte buena de todo eso. En realidad es un ambiente sumamente agradable.

Desde que visité los patios de la Monumental de Valencia en una visita donde nos explicaban los pasos por los que van los Toros desde que son embarcados en su sitio de origen hasta que son asesinados, perdón, lidiados. Desde ese día creo que esas visitas guiadas deberían ser parte obligatoria antes de asistir a cualquiera de estos eventos.

Brevemente puedo decir que el animal llega a la arena luego de varios días sin alimentarse, totalmente presionado (o estresado), drogado, y para rematar “afeitado” (proceso mediante el cual le reducen algunos centímetros a las puntas de su cornamenta, a fin de que pierdan algo de “puntería”). Luego de tan ameno viaje, el astado sale a la arena y le dan unos cuantos pases, supongo que para que el torero evalúe la capacidad del animal de brindar un buen espectáculo. Inmediatamente después viene “la pica” que no es más que un proceso mediante el cual le insertan al animal un tubo afilado por el lomo, a fin que pierda mucha fuerza mientras se desangra, hasta que el valiente decide que ha quedado suficientemente debilitado para enfrentarlo y hace una señal para que el picador se detenga. A continuación y después de otros pases donde se luce el valeroso torero, se procede al espectáculo de las banderillas donde se le encajan al animal varios pares de puñales amolados y dentados en el lomo a fin de herirlo aún más, y así continúa la tortura, hasta que el valeroso torero decide que ya se lució suficientemente con el pobre animal y procede a asesinarlo. Si el animal tiene suerte (cosa que pocas veces ocurre), es muerto en el primer intento, de lo contrario, será apuñalado incontables veces hasta que caiga. Esta dantesca narración es la forma en que veo esos espectáculos. Sé que existen muchos aficionados taurinos que obviamente estarán en desacuerdo conmigo y hasta llaman arte a este asesinato, pero así lo veo yo, como un espectáculo de crueldad hacia los animales.